un sitio donde la espiritualidad, el desarrollo personal, el pensamiento y la conciencia te harán libre.
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CAPÍTULO 13

ETAPA EN LA ADOLESCENCIA

En esta etapa de mi vida se comprende desde octubre del año 1996 al 2003.

Tenía 11 años y se culmina 7 años más tarde a los 18.

Nos cambiamos de casa, nos fuimos a vivir a Lliçà d’amunt, un pueblecito en el Vallès Oriental de la provincia de Barcelona, una casa al lado de un bosque, una urbanización escondida en la cima de la nada, perfecto para evadirse de contaminación, ruidos de las ciudades y pueblos masivos de gentío.

Tuve un cambio de paradigma, y quise borrar todos los miedos de mi infancia así que un día desperté sin saber por que había tenido tanto miedo por las noches, si sabía que había tenido miedo pero no sabía por que.

Como en mi familia no se comentaban estas cosas, así que tampoco las comentaba, simplemente iba pasando el tiempo y decidí no hacer preguntas, me sentía bien con mi espiritualidad desconocida, en otras áreas de mi vida era otra historia que en este libro no toca hablar.

Simplemente decir que dejé de tener miedo a dormir sola, y dejé de hacer viajes astrales conscientes, hasta mis 16 años que ahí cambió todo lo que para mí había sido un remanso de paz.

Un día siempre que venía de clase tenía que pasar por delante de la casa de mis vecinos (unos vecinos un tanto extraños, pero supongo que como todo el mundo) en esa calle delante de esa casa, todos los días durante un mes, me encontraba un céntimo, en la misma posición, en el mismo punto y yo hacía exactamente lo mismo cada día, me paraba en frente de ese céntimo, lo miraba, lo cogía, de repente sentía como si alguien me miraba, miraba hacia atrás y sentía como si alguien estuviera observando, (¿nunca te ha pasado? ¿Cómo si sintieras que te observan?) pues esa sensación la tenía cada día de ese mes, miraba en los alrededores, y no veía a nadie, así que seguía mi camino hacia mi casa, todos los días igual.

Un día mi padre se iba como siempre a su segundo trabajo por la tarde, y yo había quedado con unas amigas en una urbanización que no tenía nada que ver con la mía, una de ellas jugaba al tenis, así que nos íbamos allí a verla jugar, estábamos en las gradas sentadas cuando de repente vemos pasar un coche de policía como una bala, por la calle de la cancha, ahí me vino un flash de mis vecinos, y dije en voz alta.. mis vecinos, son mis vecinos, la gente que estaba allí se reía y me decía, anda como van a ser tus vecinos y dije: la policía va hacia la casa de mis vecinos, y allí está pasando algo grabe, necesito llamar a mi madre y a mi hermana ( ellas se habían quedado en casa tomándose el café) una de mis amigas vivía cerca de la cancha y le pedí ir a su casa a llamar a mi familia, cuando llegamos y cogí el teléfono me vino otra visión (mi madre y mi hermana tumbadas en el suelo) las llamé y lo primero que les dije: ¿estáis bien? Son los vecinos ¿verdad? ¿Qué son? ¿terroristas? Mi hermana que fue la que cogió el teléfono me dijo: ¿Cómo sabes eso? Y le dije: he visto un coche de policía pasar por la calle de la cancha y he sentido que algo os pasaba y que eran los vecinos.

Ella me calmó pero me dijo que había tiroteo y que no sabían que estaba pasando.

Simplemente que avisaron de que había lobos por la zona y nos han hecho meternos en casa, nos han dicho que nos tumbáramos en el suelo hasta que pasase todo.

Pero como siempre, se lo inventaron para no alarmar a la gente.

Mi padre volvió a casa ya que lo llamaron cuando todo acabó, escoltado por dos hombres para que no le pasase nada.

Regresé a casa cuando todo acabó. Mientras pasaba el tiempo en casa de mi amiga su madre estuvo hablando conmigo, de esas visiones y allí empecé a explicarle esas sensaciones, y algunos sueños que había tenido, pero para mi eran simples sueños, nada que ver con lo que me ocurría de pequeña, de hecho no me acordaba de esa parte, así que no podía saber que relación tenían esas sensaciones de mis vecinos con mis sueños o con lo que me pasó de pequeña.

Cuando llegué a casa me enteré de toda la historia de mis vecinos… resultó que eran unos traficantes de drogas y armas, y habían robado por toda las zonas de alrededor, mi casa y su casa las separaba un terreno vacío y allí encontraron kilos de cocaína, y alguna arma enterradas.

Consiguieron detenerlos a todos menos a un anciano que se escapó.

Ese día la madre de mi amiga, empezó a explicarme que eran los viajes astrales y los sueños o intuiciones premonitorias y fue gracias a ella que hoy por hoy encontré un mundo mágico y maravilloso al que no tenía que tenerle miedo por que eso era algo bueno, saber de antemano que pasa para saber que hacer antes de que vaya a peor, así que gracias a esa mujer que me dio la mano y me explicó como hacerle frente, me dijo de hacer un curso de viajes astrales en Barcelona, que hice unos meses después con un amigo que me dijo de hacerlo juntos.

Más adelante en otro apartado encontraréis técnicas de ese grimorio.. Pasó unos meses y ya tenía 17, mi historia vuelve a resurgir el día que me hicieron la última operación hasta el día de hoy.

Me operaban de amígdalas, había estado un par de años que cada dos por tres tenía anginas, y mi doctora ya no se lo pensó más y me dio cita para la operación, ese día la hermana de mi tía ingresaba como otro día más por cáncer y las dos estábamos en el mismo hospital ingresadas, yo no sabía que estaba ingresada, después de la operación te llevan a una sala a esperar a que estés estable para poder subirte a la habitación de ingreso.

En ese momento me dio una sensación de que Mari (la hermana de mi tía) iba a morir, así que yo tumbada en aquella cama con la mascarilla puesta, necesitaba salir de allí para comprobar que Mari estuviera bien, me quitaba la mascarilla para poder hacer ese viaje astral, y la enfermera me la volvía a poner.

(En un viaje astral, cuando haces la salida hay unos segundos que no respiras)

Pero para ello debía quitarme la mascarilla, y en una de esas veces que me quité la mascarilla mi alma salió pero entré en parada…

Lo veía todo, la enfermera, el médico… fue unos segundos (eso creo) pero sabía que la parada no era nada malo, así que me fui a las habitaciones a buscar a Mari y cuando la encontré, no encontré su alma sino su cuerpo tapado, ahí me di cuenta de que ella había muerto, volví a mi cuerpo, y cuando desperté estaba en la habitación con mi madre al lado, lo primero que dije fue: Mari a muerto ¿verdad? Mi madre se quedó sorprendida y me dijo: ¿Cómo lo sabes? Y le dije por que la he visto y sabía que había muerto.

Te voy a contar la última anécdota importante y muy relevante para la siguiente etapa…

Después de mi operación, un día estando en casa de mis abuelos, dormida en la habitación de mi madre me volvió a pasar esa parálisis del sueño, no podía despertar y sentía como mis ojos estaban pegados, intentaba moverme y no podía, recordé un ejercicio de la clase de viajes astrales

“si no puedes moverte piensa en mover un dedo, concentra te solo en ese dedo”

y haciendo ese ejercicio conseguí salir de esa agonía… de repente, estando despierta empecé a sentir como mi cuerpo empezaba a vibrar cada vez más fuerte y de golpe me vi en la habitación volando sobre mi cama, en la ventana un hombre con capucha y una guadalla, de espaldas, fui hacia la ventana y al mirarlo no tenía rostro pero si hablaba, esa voz no la voy a olvidar nunca, una voz fuerte e intensa pero no me daba miedo, me enseñó mi pasado de cuando era pequeña, me llevó a la casa de mi infancia, a ese día, donde ese niño de ojos negros jugaba con la Sara pequeña, estaba justo enfrente de ella mirando como los dos jugaban y en ese momento el niño me mira y le dice a la Sara pequeña: vamos a arriba que te voy a enseñar una cosa…

los dos subieron arriba y yo para poder seguirles, no podía pensar en ir allí simplemente, pensaba en ir subiendo cada peldaño para no volver a mi cuerpo sin saber más sobre ellos.

Estando casi ya arriba en la planta de las habitaciones, ese niño me miró y me sonrió maléfica mente, así que del miedo de que algo pudiera hacerle a la Sara pequeña pensé en ella y volví cayéndome a mi cuerpo otra vez… antes de volver del todo a mi cuerpo el hombre de la guadalla me agarró y comenzamos hablar de lo que había visto, me explicó varias cosas…

En primer lugar, que ese niño no era malo, simplemente que me dio el don de la quiromancia cuando era pequeña, y en segundo lugar me explicó que toda nuestra vida se basa en las etapas energéticas, pero que cada persona no empieza cuando nace, sino que depende de sus vidas pasadas, mi etapa en esta vida empezaba cuando tenía 4 años, en el año 89, desde ahí se cuenta 7 años una etapa, por ejemplo una persona que nace en el año 82 su etapa comienza cuando nace y termina en el 89 de su cumpleaños, la etapa 2 será del 89 hasta el 96 y así sucesivamente… pero una persona como en mi caso que nació en el 85 no nace con el año 1 de esa etapa sino en el año 3 de la última etapa de su vida anterior.

Por eso mi año 1 de mi primera etapa en esta vida fue cuando cumplí 4 años y ahí empezó mi vida con la quiromancia.

Ya no recuerdo más de esa conversación, pero la verdad que fue muy gratificante y enriquecedora, recuerdo volver al cuerpo y despertarme genial, como si ya me acordará de mi vida entera. Volví a dormir y volví a volar en la habitación, en ese entonces una energía blanca se sentó a los pies de mi cama, era mi bisabuela no tenía rostro físico pero se le veía una silueta blanca, como si dibujaras con tiza una cara y solo vislumbraras el contorno, pero sé que era ella, por que se parecía a mi abuela pero no era mi abuela, me dijo que me quería conocer, por que había heredado sus manos sanadoras (ella fue curandera en granada), me dijo que había muerto en aquella habitación, y más cosas de la familia (que luego verifiqué en la vida real y que eran reales).Antes de irse, me dijo que me fuera a Granada, y allí sabría quien soy.

Al despertar no sabía bien que quiso decir con eso, pero más adelante explicaré ese camino… y por que tuvo tanta razón en que me fuera allí…

Todas estas experiencias en el astral, fueron geniales y muy mágicas me acuerdo de muchas más pero aquí solo contaré las más importantes para el libro y el camino de la espiritualidad.

Ahora ya después de tantas experiencias vividas, solo me queda despedir este programa con una frase…

-Todo lo que hagas, lo que eres, lo que dices y lo que piensas, siempre debe ir conectado con tu propósito de vida, tu don. (Shilda)

Nos vemos en el próximo programa gracias, gracias, gracias.

Os dejo el link del 2do programa de películas positivas

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